sábado, 6 de junio de 2009


Pet Sematary (con los titulos para su versión en castellano de El cementerio viviente y Cementerio de mascotas) es una película dirigida por Mary Lambert en 1989. Adapta la novela de Stephen King Cementerio de Animales.


Sinopsis: El doctor Louis Creed se instala junto a su familia en su nueva casa. Creed ha sido contratado para ejercer en un colegio. Cerca de la casa, un sendero conduce a un cementerio donde desde hace años son enterrados los animales, principalmente perros y gatos, que son atropellados en la carretera que pasa frente a la casa de los Creed, por donde circulan camiones a toda velocidad.

Los hijos pequeños de los Creed, Ellie y Gage, tienen un gato, que morirá atropellado cuando éstos y la madre se encuentran de visita en Chicago. El padre, siguiendo el consejo de Jud Crandell, el anciano vecino que vive al otro lado de la carretera, para evitarles el disgusto a sus hijos, entierra al gato, no en el cementerio de mascotas, sino en otro más lejano, en un antiguo cementerio indio, de donde, según experiencia de Crandell, que enterró allí a su perro cuando era un niño, se vuelve con vida, aunque con los peores instintos. El gato, efectivamente, regresa convertido en un ser maligno.

También convertido en un pequeño monstruo de una crueldad sin límites, regresará el pequeño Gage, que su padre, no pudiendo afrontar su pérdida, entierra allí tras morir atropellado por un camión. Gage mata al viejo Crandell y a su propia madre (su hermana se libra al encontrarse con sus abuelos maternos en Chicago) con un bisturí de su padre, el cual, tras luchar encarnizadamente con él, logra ponerle una inyección que vuelve a matarlo.

Pero el doctor Creed chocará de nuevo con la misma piedra cuando, desolado, entierra el cadáver de su esposa en el cementerio indio, lo que le costará la vida cuando ésta regrese de la tumba.